En el organigrama de la Junta Central Fallera el secretario general, sin demérito del resto de los cargos, ha sido clave, sobre él ha pivotado el día a día de la organización de acuerdo con el presidente de turno, ha sido el rostro amable, en ocasiones, de contacto con los falleros y también, porque no decirlo, el que se ha comido algún que otro marrón. A pesar de todo el secretario era y continuando siendo un factotúm en el seno de la Junta Central Fallera a tener en cuenta, sobre todo porque con el paso de los años se le ha dotado de otros poderes y atribuciones que los primero secretarios carecían.
En la fotografía adjunta se contemplan a varios secretarios generales, que representan distintas épocas del mundo fallero, tras una comida en la famosa «Bodeguita» del desparecido bar Goya, en la que trimestralmente se reunían estos singulares falleros, de diferentes personalidades y carácteres, para intercambiar puntos de vista acerca de la fiesta fallera. La reunión, como no podía ser de otra forma era convocada por Josechu Rey de Arteaga.