La Ciudad del Artista Fallero ya no es lo que era. Los artistas están cansados de demandar al Ayuntamiento, que dicho sea de paso tiene pendiente un prometido proyecto de ampliación de naves en la zona de la ronda Norte, que regule la actividad en las naves de este polígono para que no se convierta en otra cosa que no sea el deseo de la Marquesa de Paterna del Campo que cedió los terrenos para los artistas falleros.
¿Solución? De acuerdo con las opiniones de muchos de los agremiados una solución sería negar la licencia de apertura de una nave si no es para una industria artesana y no como ahora que existen naves ocupadas por industrias distintas a la artesanía fallera. El colmo de esta ocupación es la existencia de tres naves convertidas en templos de culto religioso. ¡ Vamos! Para echar a correr.
Antaño pasearse por este enclave era contemplar en una sola visita, por ejemplo, los talleres donde se realizaban las fallas de Especial, en las que los artistas como Miguel Santaeulalia, Agustín Villanueva y Julián Puche, entre otros, daban forma a sus proyectos. En la Ciudad del Artista Fallero el único testimonio de esos años es mi querido y admirado maestro Vicente Luna, jubilado, pero a pie de taller aunque éste lo controlan sus hijas. La fuga de artistas a otros polígonos de localidades cercanas va en aumento. Unas veces porque la nave se queda pequeña para sus trabajos y en la mayoría de ocasiones por recortar el gasto corriente, sobre todo después que tanto las comisiones como artistas han visto mermados sus ingresos, tengan que soportar la brutal subida del 21% del IVA y reduzcan sus esperanzas a la supervivencia. No tienen más remedio.
¿Cuál será la consecuencia inmediata? Lo hemos adelantado en otras ocasiones tanto por activa como por pasiva. Plantar fallas más pequeñas, sin grandes volúmenes, con menos escenas y, sobre todo, acabar el año lo más digno posible. ¿Qué sucederá en 2014? Todo pinta a que irá peor. Sin embargo, todos fiamos en la esperanza de una solución, cuando menos, más llevadera que la actual.