La Pasión llega hoy al cénit de su representación plástica en la calle de la Reina,  a la que acuden millares de personas para presenciar los últimos momentos de la Pasión y Muerte del Señor; uno de los actos más esperados por las cofradías, hermandades y corporaciones que configuran nuestra Semana Santa Marinera, cuyos componentes esperan que la climatología respete el largo desfile del Santo Entierro.

La procesión del Viernes Santo tiene un ritual que se cumple año tras año. Antes de la hora prevista de su comienzo, las sillas situadas en algunos tramos del recorrido procesional van siendo ocupadas por el público. Es el momento de coincidir y saludar a viejos amigos. El bullicio y la algarabía invaden buena parte de la calle de la Reina que se convierte en paseo improvisado hasta que se inicia la procesión, sobre todo en el tramo donde la Junta Mayor sitúa su tribuna de autoridades e invitados, desde la que contemplan el magno cortejo del San Entierro.

Cuando a lo lejos se divisan los penachos blancos de la Policía Local de Gala montada a caballo, todos se apresuran a sentarse; los bares de los alrededores se quedan desiertos y se impone un cierto silencio. Desde la tribuna, los invitados en señal de respeto se ponen de pie cada vez que ante ellos desfila un trono-anda o imagen.

Y ese ritual se extiende también cuando la tarde comienza dejar caer sobre la ciudad su manto negro. Algunos de los asistentes abandonan las sillas. Como también imitan parte de los invitados en la tribuna de autoridades: el desfile es largo y es el momento de estirar las piernas y reponer fuerzas. Los bares nuevamente rebosan de público. Unos se toman el clásico café con leche, otros, en cambio prefieren colocarse entre pecho y espalda bocadillos de atún con tomate, sepia a la plancha o saborear humeantes platos que portan tellinas, chipirones o simplemente platos de ensaladilla. Y nuevamente a presenciar el desfile. La Hermandad del San Sepulcro cierra la procesión del Santo Entierro, en la que el pueblo valenciano renueva cada año sus más íntimos sentimientos.