La imagen de la Virgen de los Desamparados de la Tabacalera, conocida por la Cigarrera, salió en procesión por última vez en el año 2001 tras el cierre de la empresa; acontecimiento al que tuve el honor de asistir y tomar las últimas fotografías, ahora históricas, durante el recorrido de la imagen por el interior de la fábrica. Una de ellas, su salida a la calle, es la que ilustra esta crónica.

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Cabe recordar que la sagrada imagen, obra del escultor valenciano Vicente Benedito, de 3,60 metros de alto por 2 metros de ancho, se entronizó en la Tabacalera en el año 1940. Cuatro años después se formó una cofradía integrada por empleados de la empresa que año tras año han honrado a la Mare de Déu con el nombramiento de clavariesas, festejos populares y procesiones por las dependencias fabriles.

La bella imagen de la Mare de Déu hace unos años (2011) fue llevada de nuevo a su antiguo emplazamiento, convertido en dependencias municipales. Sin embargo, la imagen ha tenido un curioso periplo. Después de su última procesión, se realizó un sorteo entre los 354 empleados para saber donde se depositaría la imagen. El sorteo favoreció al Cuerpo de Bomberos con la intención de llevarla al parque “Vicent Sivera” en el barrio de Benimaclet. Las ilusiones se truncaron porque el parque no tenía condiciones en aquella época para albergar a la Virgen y se optó por depositarla en el Museo de la Ciudad.

La cofradía todos los años organiza una serie de actos en honor de la Patrona, entre ellos patrocinar una comisa en el Asilo de Ancianos de la Virgen de los Desamparados, así como la celebración de una Eucaristía en la capilla del Arzobispado en memoria de los fallecidos.

Como dato curioso tengo que destacar que esta imagen propiedad de la Tabacalera se cedió en varias ocasiones en los años 40 al Cabildo para el actos del Traslado y procesión hasta que en 1945 el escultor Carmelo Vicent realizó una nueva imagen de la Mare de Déu que durante muchos años presidió la capilla de El Capitulet.