La Barca d’Or nace en el ejercicio 1983-1984 en el seno de la comisión Barraca-Columbretes, con el fin de distinguir el trabajo íntimo y callado de aquellas personas que luchan dentro del mundo fallero, de manera altruista, por hacerlo, si cabe, más grande y, sobre todo, más cercano a sectores de la sociedad valenciana que lo mira con recelo y en ocasiones se distancia. Un galardón que con el paso de los años se ha convertido en apreciada recompensa, sobre todo por no ser masiva su concesión y, sobre todo, porque con ella no se pretende otra cosa que hacer justicia a la persona o entidad que se le concede.
Una nueva edición nos convocó a todos lo que tenemos el honor de ser “barquer”y lo soy desde 1989, en el casal fallero de la comisión anfitriona, primero para degustar una cena cocinada por las mujeres de la falla, un trabajo impagable, y en segundo lugar dar fe como improvisados notarios de la entrega de las distinciones de las Barcas d’Or, que en esta ocasión fueron para Antonio Badía Meneses, ex presidente de Ázcarraga y a Vicente Fayos Benedito, ex secretario general de la Junta Central Fallera.
Con carácter extraordinario, según palabras del presidente de la comisión, Vicente Bayarri, se concedió a la Junta Central Fallera con motivo del 75 aniversario de su creación; el galardón lo recogió la fallera mayor de Valencia, Estefanía López Montesinos, acompañada por el concejal de Fiestas y Cultura Popular, Francisco Lledó, que para perpetuar el acto pidió a los ex presidentes de la JCF, Félix Crespo y Enrique Real, se sumasen a la foto, por aquello de que también son parte del 75 aniversario del organismo fallero.
La velada muy magnífica, entre otros asistieron los barqueros Pere Maroto,(1984), Enrique Real, (1988), Evaristo García,(1993), Manuel Latorre (1995), Amparo Gómez (2001),Juan Rodrigo (2002), Félix Crespo (2003),Donís Martín (2003), Vicente Albert (2004), José Luis Vaello (2004) Loles Prats (2006), Alberto Salón (2008), Julio Torras (2009), Ricardo Olmos (2010), Begoña de la Concepción (2012), Marcos Soriano (2013) y José Luis Galán (2013). ¿De qué se habló? De fallas, como era lógico y otras minucias que quedan en el secreto de los barqueros.
El presidente y amigo Vicente Bayarri, barquero desde el 2000, que dicho sea de paso mantiene actualmente el espíritu de la Barca d’Or y que como buen patrón de altura sabe manejar el timón ante improvisadas tormentas. Magnífico.
La reunión también sirvió para que algunos recordásemos a “barquers” que ahora navegan por los océanos del cielo y cuyos nombres son y serán imborrable, como es el caso, entre otros, de mi buen amigo Alfredo Prats, puntal y alma de la Barca d’Or.