Hace unos días mi buen amigo Yo Se Qui Soc y un servidor coincidimos en recordar a Tony River, que aparecía en la serie Cuéntame cómo pasó, como extraordinario artista. A nivel fallero destaqué que su hija Laura del Río, de la comisión Goya-Brasil, fue de la corte de honor de la fallera mayor de Valencia, María José Herrero, en 1986.
Tony River participó en el facebook y nos brindó el perfil de su hija del que he captado una fotografía reciente que inserto junto a la que refleja su pertenencia a la corte de honor del año en cuestión.
El comentario sirvió para recordar ese año en el que ya brujuleaba por los ambientes falleros. De la vertiente peinetera destacar a María José Herrero, magnífica antes y ahora, así como a una buena corte de honor de la que destaco, por amistad familiar, a Rosa Elvira Bernabeu, hija del que fuera secretario general provisional de la JCF y Ana María Blanch, hija de mi buen amigo y luchador valencianista Paco Blanch.
¿Cómo fueron las Fallas en 1986?
Cabe destacar que tuvo un visitante de lujo, como fue el vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra que llegó a Valencia, con su habitual compañera María José Lorente, el mismo día 19 de marzo.
El número dos del PSOE asistió a la corrida de toros, visitó algunas fallas, sobre todo las de los primeros premios y acudió al Ayuntamiento, por primera vez desde su llegada, para presenciar la Nit de Foc. Su presencia en el balcón principal del Ayuntamiento provocó numerosos problemas a los medios de comunicación que fueron desplazados a otras estancias municipales. El vestíbulo de entrada al balcón principal del Consistorio se “chapó” y como si fueran fichas de ajedrez se situaron los componentes del grupo de escoltas. Un despliegue impresionante y nunca visto hasta ese momento. Los periodistas elevamos las correspondientes quejas, éstas fueron papel mojado ante la autoridad municipal.
Las exaltaciones de las falleras mayores, María José Herrero y Patricia San Sala, continuaron la línea de la modernidad iniciada el ejercicio anterior y las críticas hacia la JCF se acentuaron. Mientras en el seno de la Junta Central Fallera se observa tirantez entre la ejecutiva, llamada entonces “cúpula”, y el concejal de Ferias y Fiestas, Enrique Real Martínez; enfrentamiento que al finalizar el ejercicio se traduce en la dimisión del secretario general, Pere Maroto, y los vicepresidentes Ginés Blaya y Evaristo García. Tan sólo queda el vicepresidente Enrique Miñana ya que el también vicepresidente Rogelio Dominguez Torres había fallecido.
Bajo el título de L’estoreta velleta el artista Manolo Martín planta un catafalco piramidal a imagen y semejanza a las fallas primitivas que se realizaban amontonando trastos viejos. Con esta idea sitúa un viejo coche 600 encima de toda una montaña de material inservible como electrodomésticos, muebles desvencijados, aparatos de radio y todo aquello que no sirve para nada.
El montón de trastos lo remata con un vagabundo sentado sobre una silla de enea encima del viejo coche y sosteniendo un perchero al que anuda un viejo paraguas a uno de sus brazos.