Por fin, la estatua de san Juan Pablo II, erigida por suscripción popular en la que han participado miles de personas en Valencia, ya es una realidad como informaron los medios informativos hace tiempo.
La magnífica escultura en bronce dedicada al también conocido por “Papa grande”, a la que han contribuido con pequeños donativos los valencianos de forma individual o en familia culminó con éxito, después de tres años de suscripción popular.
La escultura es obra del escultor sevillano Juan Manuel Miñarro, catedrático de Bellas Artes; el escultor ha querido mostrar al Papa polaco en una actitud inconfundible, sonrisa en la boca, mirada firme y directa, y su mano derecha animando a todos a levantarnos y a no tener miedo. Como curiosidad cabe destacar que Juan Pablo II aparece con la misma casulla que vistió cuando llegó a Valencia en su visita apostólica de noviembre de 1982.
Actualmente la grandiosa escultura está situada en la entrada al palacio Arzobispal, con carácter provisional hasta que se encuentra el lugar definitivo para su colocación. Por supuesto llama mucho la atención del transeúnte y es más que motivo para acercarse a ella para ser fotografiada, otros para rezar en silencio, como he presenciado o hacerse fotos familiares con la misma.