A estas alturas no es mi intención hablar de la historia y construcción de nuestra catedral, pero sí llamar la atención de un aspecto que, en ocasiones, pasa desapercibido para el paseante y que se centra en la puerta románica de la Seo, también conocida por la del Palau, por su cercanía con el palacio Arzobispal o de L’Almoina.
La curiosidad que hoy traigo a mi sección “Callejeando…” no es otra que los rostros de siete matrimonios esculpidos en piedra situados en el alero de dicha puerta.
Cuenta la leyenda, iniciada de forma oral a principios del siglo XV e impulsada en 1551 con la crónica de Pere Antoni Beuter, que son los rostros de siete matrimonios leridanos cristianos que Jaime I trajo a Valencia, tras la conquista, para su repoblación acompañando a cerca de 300 doncellas o de 700, según algunos historiadores, para ser desposadas con otros tantos caballeros.
De acuerdo con la leyenda se trata de los rostros de Pere y Maria, de Lleida; Guillem y Bertomeua, de Alcarràs (Lleida); Ramón y Dolça, de Ulldemolins (Tarragona); Bertran y Berenguera, de Lleida; Domènec y Ramona, de Carroça; Francesc y Ramona, de Alguayre (Lleida); y Bernat y Floreta, de Prades (Tarragona).
El mito fue repetido por los más grandes cronistas de los siglos XVI a XVIII: Enrique Cock, Escolano, Olmo, Esclapés. En el siglo XIX se puso en cuestión la veracidad de esta narración épica, nunca desmentida de forma científica.