Con motivo de los festejos en honor del Santísimo Cristo del Grao he visitado en numerosas ocasiones la parroquia de Santa María del Mar en la que he tenido la suerte de coincidir con viejos amigos de las cofradías de la Semana Santa Marinera; ha habido tiempo para la charla distendida y para el recuerdo. Uno de esos viejos amigos, feligrés de la parroquia en cuestión, me recordó un artículo que hice en LAS PROVINCIAS en 2010 acerca de la restauración del trasagrario de Santa María del Mar.

Atiendo a su petición y tras buscar en mi archivo personal lo reedito de nuevo, en esta ocasión a través de mi blog El Masclet, con foto de J.J.Monzó.M0031319.jpg“La parroquia de Santa María del Mar con la colaboración de la Dirección General de Patrimonio ha recuperado las pinturas murales del artista Juan Bautista Bayuco, datadas en 1702, que ornamentan el trasagrario o trasaltar, capilla muy desconocida y situada en el interior de la iglesia. La restauración se ha realizado en varios procesos.

Cabe destacar que Juan Bautista Bayuco es un autor prácticamente olvidado por la historiografía que desarrolló su trabajo entre 1663 y 1705. Las pinturas de Santa María del Mar se convierten en la última obra conocida de este artista antes de su fallecimiento en el año 1706, a la edad de 42 años, según señala José Vicente Cifre, licenciado en Bellas Artes, en el programa de actos de la fiesta del Cristo del Grao.

En la pequeña capilla, decorada en su totalidad, desde cerca del suelo hasta el punto máximo de la cúpula, se contempla la pintura mural a seco sobre mortero tradicional de cal y arena.

«El trabajo de recuperación ha sido fabuloso. Bien es cierto que hemos recibido ayuda de Cultura, pero debo destacar el gran esfuerzo económico hecho por la parroquia», destaca el párroco, Antonio Díaz Tortajada. El interés arquitectónico de la capilla radica en que es una pervivencia singular y única del templo levantado en 1600, ya que el actual es un nuevo templo construido un siglo después.

Los denominados trasagrarios «son piezas características y privativas de la arquitectura barroca valenciana cuya finalidad era la de servir de reposador donde custodiar la Eucaristía cuando esta no recibía culto público», detalla Eleuterio Llona, presidente de la Muy Ilustre Cofradía del Santísimo Cristo del Grao.

En los lienzos de las paredes se contemplan ángeles con incensarios y actitud de oración hacia el Santísimo con una serie de querubines.

Llama la atención las pinturas que representan a los padres de la Iglesia, como San Agustín, San Gregorio, San Jerónimo y San Alberto Magno, rodeados de una intensa decoración floral, una de las características del pintor.

Curiosas son las pinturas en las que aparecen los retratos, enmarcados en medallones, del Papa Clemente XI, de la época, el Arzobispo de Valencia, Antonio Folch y hasta el propio párroco de Santa María del Mar, Palmacio de Goya. También están representados los Evangelistas.

Sobre las puertas se sitúan las virtudes teologales. «La obra más importante ha sido la cimentación y la eliminación de la humedad que dañaba las pinturas. El suelo es de mármol blanco donado por un feligrés», explica Eleuterio Llona.

Cabe destacar que se han abierto las ventanas que permanecían cegadas. «Se ha renovado la instalación eléctrica, con ello se podrá contemplar la belleza de las pinturas. Esta restauración era una ilusión ya que la capilla estuvo abandonada durante mucho tiempo sirviendo hasta de almacén», según destaca Llona.”