La feligresía de la emblemática parroquia de Santa María del Mar vivió ayer un acontecimiento importante: la celebración oficial del patronazgo canónico de Nuestra Señora de la Asunción solicitada por la parroquia hace unos meses y que ha sido concedida a través de un decreto de la Congregación para el Culto divino y la Disciplina de los Sacramentos.

 

Como viene siendo habitual la Santa Sede envió escrito al cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, que a su vez lo hizo público la semana pasada durante el canto del Regina Coeli, en el Palacio Arzobispal.

Cabe destacar que la devoción a la ya patrona está muy arraigada desde tiempo de la reconquista. Para entender el cómo y por qué de esta devoción debemos recurrir a los historiadores que entre otras cosas señalan que, el origen de la iglesia se remonta a los primeros tiempos de la reconquista por parte del rey Jaime I el Conquistador, que crea en 1249 una población y dispone que haya templo propio en el Grao de Valencia.

La advocación primigenia era de la Asunción de Nuestra Señora, pero en 1333 ya se la nombra como Santa María del Mar de la ciudad de Valencia y en 1392 como Santa María del Grao y finalmente ha prevalecido su nombre actual de Santa María del Mar.
Las campanas anunciaron la celebración de la eucaristía y el templo se llenó de feligreses y de curiosos ante la presencia en la puerta principal de falleras ataviadas con el traje de valenciana, falleros y un grupo de Granaderos, sin olvidarnos de las clavariesas y componentes de la Semana Santa Marinera que desfilaron más tarde unos portando los tronos-andas y otros en la comitiva.

La celebración de la misa, presidida por el párroco Antonio Díaz Tortajada, se inició con la lectura del decreto del patronazgo canónico de la Asunción de María. Finalizada la eucaristía se inició la procesión en la que desfilaron las dos imágenes que forman el misterio de la Asunción de María, como son la de la Dormición y la de la Asunción de la Virgen Gloriosa y Triunfante