…..y ahora los Reyes Magos

Conocido en el mundo anglosajón como la Epifanía, la llegada de los Reyes Magos se espera con una gran expectación y multitudinarias celebraciones en torno a este evento, algunas fuera del programa oficial municipal, pero que sin duda eran parte íntima de un colectivo formado por aquellas personas que han desempeñado el papel de Reyes Magos en años anteriores y que, lamentablemente, el Ayuntamiento ha hecho borrón y cuenta nueva, sin contar con la sensibilidad de mucha gente, como le gusta decir al concejal Pere Fuset, en este caso de colaboración gratuita.

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Los miramares

 

Los miramares son torres características de zonas donde abundan casas que están muy cercanas al mar. ¿Cuál era su propósito? Disfrutar de las vistas que desde estos emplazamiento se tiene del mar y también con un buen catalejo o prismáticos contemplar la llegada de las barcas de pesca.

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La Navidad hace un siglo en Valencia

¿Cómo se vivían las fiestas navideñas hace un siglo? Para responder con cierta solvencia tenemos que bucear en hemerotecas o en el anuario de LAS PROVINCIAS, como es mi caso para buscar datos que den forma argumental al relato que no es más que un ejercicio de aprendizaje sociológico de épocas pasadas, por las que, debo confesar, tengo verdadera pasión al conocer cómo era mi ciudad en otros tiempos.

 

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La pirotécnia pierde a un irrepetible profesional

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Con la muerte de Juanjo Brunchú el mundo de la pirotécnia pierde a un profesional irrepetible y, sobre todo, una excelente persona. Tuve la suerte de contar con su amistad durante muchos años; años en los que las charlas sobre la empresa, sus proyectos y la tradición familiar copaban nuestros encuentros en su casa-despacho de Godella.

No puedo olvidar a su hermano Luis, el artesano del fuego que como nadie sabía bordar el cielo con imágenes y colores. Gracias a Luis supe lo que era vivir a su lado y en el centro de la plaza del Ayuntamiento el disparo de una mascletá. Ambos hermanos tienen una historia magnífica de trabajo y prestigio que se vio recompensada con innumerables premios y todo tipo de galardones nacionales y extranjeros llevando la firma Brunchú a cotas altísimas de prestigio.

Como recuerdo adjunto una fotografía personal, entre otras que guardo con mucho cariño, en la que Luis Brunchú porta el primer premio del Concurso de Mascletas de las Fiestas de la Magdalena de Castellón, y Juanjo conversando con componentes de la Generalitat Valenciana desplazados a Castellón.

Fallas y Semana Santa se solapan

La coincidencia entre las Fallas y la Semana Santa es rara, pero se produce algunas veces a lo largo de los años. La Iglesia establece que la Pascua debe caer en el «domingo después de la primera Luna Llena de Primavera», lo que hace que Cuaresma y días santos se muevan a lo largo de finales de marzo y abril, aunque en ocasiones «remontan» en el mes de marzo.

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Nazaret, un barrio que sobrevive al paso del tiempo (I parte)

Después de más de dos lustros he vuelto a deambular por las calles y plazas de este barrio histórico de la ciudad siempre envuelto en polémicas debido a su reforma y rehabilitación; es el típico pueblo marinero hasta que ya hace años la playa que tenía se la comió el Puerto. La verdad es que ha sido un barrio marginado por los grandes poderes especulativos. A pesar de ello sobrevive al paso del tiempo. Hay que recordar, como reflejan los historiadores, que fue también un lazareto, donde se ocultaban a los leprosos. Una historia muy interesante que algún día habrá que abordar.

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Bajar las persianas

2015-01-03 16.55.56Con el paso de los años, guste o no, arrastra consigo recuerdos y tradiciones que solamente perduran gracias al tesón de quienes luchan a diario por mantenerlo vivos. Hablar de tradición en Valencia supone, inevitablemente, remontarnos a una época en la que la ciudad lucía en todo su esplendor gracias a su actividad comercial.

Valencia no es ajena a los movimientos de las ciudades con un comercio activo y, así, ha ido cediendo a las tentadoras ofertas de las firmas comerciales y de las franquicias, que han tomado posiciones en los mejores locales de la ciudad y, sobre todo, del casco antiguo. Los que ya peinamos canas nos acordamos con cierta nostalgia de algunos de estos establecimientos, sobre todo cuando volvemos a pasear por sus calles.

Las firmas tradicionales, que resistieron durante generaciones los envites de la competencia, continúan haciéndolo aunque ahora lo tienen más crudo por la subida de las rentas antiguas que, en muchas ocasiones, ha provocado bajar la persiana. El caso más reciente ha sido la conocida horchatería El Siglo, en la plaza de Santa Catalina.

La fisonomía comercial está mutando. ¿Recuerdan la papelería Sena Alós, en la calle de las Barcas? También ha desaparecido de ese lugar y se instaló en la calle Transits.
A bote pronto, en esta misma artería ciudadana, hay que recordar la desaparición del quiosco Quilis, situado en forma de tranvía a la entrada de un patio que daba acceso a un hostal, la farmacia Loras y la librería Bello, entre otros comercios.

Hoy en día, a pesar de que corren tiempos de nuevas tecnologías, grandes superficies e innovación, aún existen comercios que conservan su sabor tradicional y se enfrentan a la batalla sin miedo y con las mismas armas de siempre, la calidad y la estrecha relación entre cliente y vendedor

 

Como es el caso de la Perfumería y Droguería Cordellat, situada en la calle de la Corretgería, con sus estanterías pintadas de color verde y sus anaqueles atiborrados de frascos con pigmentos de distintos colores, regentada por Juan Carlos Cordellat, la tercera generación de drogueros.

«Esta tienda la fundó mi abuelo en 1947, antes había sido una carbonería y mi abuelo la convirtió en droguería. Toda la estructura de madera la trajo de otra tienda de Torrent y se acopló a esta. Todo un alarde de carpintería, pues está encajada pieza a pieza. No hay clavos. Fue un gran emprendedor»,  me cuenta Juan Carlos, que por nada del mundo desea perder la tradición del pequeño comercio familiar.

En la misma calle Corretgería, frente por frente con la Droguería Cordellat se encuentra la conocida Casa Viguer, fundada en 1886. La familia del Luis Viguer, su fundador, ha mantenido el comercio a través de cuatro generaciones. Ha sido y continúa siendo el paraíso de los pintores y de los arquitectos.

Se accede al comercio a través de una puerta de cristales emplomados con diseños de colores. Su interior ha cambiado, solo perdura un bello artesonado de madera. El resto es más funcional, para poder trabajar con mayor comodidad. La trastienda del comercio fue antaño lugar de reunión y tertulia de Sorolla y Pinazo. En época más frecuente también acudian Michavila, Nassio, Lozano y Silva.

En la plaza de Lope de Vega contemplamos la desaparición de dos conocidas platerías; una, la de la viuda de Vivó Maraguat, fundada en 1882, famosa por sus colecciones de objetos ornamentales y cuberterías de plata, y que desde hace años ocupa una tienda especializada en libros antiguos propiedad de Roberto Pérez y Desamparados Jorques; y la llamada Platón Sarti, datada en 1880 en la que numerosos valencianos han comprado todo tipo de artesanos trabajos y los clásicos rosarios para la primera comunión, así como los cubiertos delicadamente grabados. Para el recuerdo las desparecidas platerias y joyerias El Sol; la Luna y Las Estrellas.

Sin embargo, en la misma plaza existe un edificio, calificado como es más estrecho de Europa, que es fotografiado por los cientos de visitantes que pasan por la zona en su paseo por el dédalo callejero, rebosante de historia, con su visita obligada a la antigua plaza El Clot, que no es más que la plaza Redonda, sometida a un cambio enorme que ha cambiado su fisonomía y, sobre todo, su sabor mercantil.

El comercio El Reloj de Arena cambió su primitivo lugar en la calle Trench, cargado de historia, por otro en la calle Linterna. Al frente el matrimonio formado por Ana Serra y Miguel Espinosa; Ana tiene el honor de haber sido la primera mujer que salió de la Escuela Oficial de Relojería de Valencia en 1969. La tradición viene de su padre que tenía comercio en Mislata, primero fue de abanicos y paraguas y luego relojes.

 

Con este sencillo paseo hemos contemplado una parte de nuestra historia más íntima que ha configurado nuestra personalidad, carácter e idiosincrasia que nada ni nadie podrá nunca hacer desaparecer.

 

 

 

 

Los Colosos

Buscando datos y referencias bibliográficas, en mi archivo particular fruto de cerca de 30 años de labor periodística, para un proyecto que llevo entre manos aparece el nombre de Los Colosos, creación de la comisión fallera de la entonces plaza del Caudillo, para darle mayor brillantez y proyección nacional a la falla, en la que no faltaba ninguno de los personajes que podríamos llamar de la “jet set” pero a la valenciana.

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